Eterna espera

Eterna es esta espera...

Ansioso aguarda el corazón su final...

Impaciente espero ese momento en que el sueño se haga realidad y quede abierta la puerta a un nuevo mundo, lleno de aventuras, peligros y tesoros por descubrir...

Muy lejos he llegado, con esfuerzo y voluntad desafiando lo imposible, mas todavía quedan pocos pero a la vez demasiados pasos para la meta alcanzar...

Tantos sueños,  ilusiones y esperanzas confinados en un espacio tan pequeño, apenas cubriendo la palma de mi mano...

Espero... Mientras pasan los segundos... Los minutos... Las horas...

Espero... Oir el telefono sonar...

Y a través de la distancia oir su voz...

Un día... Una hora... Un lugar...

Una cita con el destino...

Escribir

Tan sumergidos en la era digital muchos hemos olvidado ya el papel y el lápiz sustituidos por la pantalla y el teclado. Confieso que tiene sus ventajas, quizás especialmente a la hora de corregir los errores y retocar lo escrito. Además, es la única manera de poder plasmar nuestros pensamientos por todas estas redes de las que a veces quizás abusamos. Lejos queda esa época en que los sueños viajaban dentro de sobres sellados, en los que se abría el buzón con anhelo y esperanza de poder encontrar una sorpresa en su interior. Pero no, nunca se olvidarán esos momentos en que bolígrafo en mano dotábamos de sentidos a una simple hoja de papel, nunca olvidaremos la agradable sensación de contemplar esas delgadas líneas entrelazándose en una hermosa danza en las que las palabras bailan al son del ritmo que marca nuestro pulso. Esos borrones y tachones, las manchas de tipex... La importancia de no equivocarse, la preocupación por realizar un trabajo limpio y pulcro. Y por supuesto ese toque personal que tiene la caligrafía de cada persona, en contraste con la aburrida letra digital que en todas partes podemos hoy en día observar.

Es en estos momentos, tras tanto tiempo de nuevo empuñando bolígrafo y papel, escribiendo bajo la cálida luz de una lámpara de mesilla, cuando redescubro una vez más la pasión por la escritura. Es en este momento cuando una agradable sensación me invade al frotar mis doloridos dedos mientras observo cómo mis pensamientos van tomando forma línea tras línea, cómo poco a poco el papel toma vida con los sentimientos que mi mano va dictando. Es en este momento en el que me doy cuenta de lo mucho que me gusta realmente escribir, especialmente si se hace a mano. Un teclado es muy cómodo, pero... ¿quién no ha sentido nunca el poder que transmite un lápiz, un bolígrafo, una pluma? ¿Quién no ha sentido nunca esa sensación de expectación al enfrentarse a una hoja en blanco? ¿Quién no ha sentido nunca la satisfacción de rematar su obra con un punto y final?

Ojos azules

Atrapado por esos ojos azules

Encadenado a la prisión de su mirada

Inmensa como el cielo, profunda como el océano

Bálsamo para mi mente atormentada

No sabía que un corazón roto pudiera latir con tanta fuerza

No pensaba que quedara espacio en mi alma para un nuevo sueño

Pero parece que no importan los fracasos, las decepciones, la frustración

El Amor no duerme, jamás nos abandonará la ilusión

Bailar

¿Qué tendrá la música? ¿Qué es lo que hace que al escucharla comencemos a respirar sus notas, llenando los pulmones con ese sonido puro y melódico, vibraciones armónicas que viajan hasta el corazón y desde ahí se bombean hacia todos y cada uno de los rincones de nuestro cuerpo? ¿Por qué un insoportable hormigueo se apodera de nuestras extremidades y nuestros músculos comienzan a arder? ¿Qué misteriosa razón obliga a nuestro pie a marcar el ritmo de la melodía, mientras comenzamos a mover las manos dirigiendo una orquesta invisible? ¿Por qué los ojos se cierran, el mundo a nuestro alrededor desaparece y sólo quedan la música y un cuerpo deseoso de liberarse y bailar?

Si hay una pareja eterna, esa es la que forman la música y el baile. No importa donde te encuentres, en todo lugar de la tierra existen ambas en una estrecha comunión que evidencia un rasgo innato del espíritu humano: la búsqueda de libertad. Pues eso es bailar, ser libre de prejuicios y ataduras, dejar volar el cuerpo y el espíritu, sumergirse en la belleza de la música y fluir por el espacio y el tiempo en un momento que dura un segundo y a la vez una eternidad.

En muchas pistas de baile se pueden ver multitud de personas quietas, sentadas, con esa mirada brillante que denota entusiasmo pero sin atreverse a dar el paso y salir a bailar. Se esconden tras excusas, "estoy cansado" o "no sé bailar", pero en el fondo saben que simplemente tienen miedo: miedo al ridículo, a ser señalado por los demás, miedo a lo que piense el resto... Lo sé, porque así he sido yo. Anhelando poder responder a las ansias de mi cuerpo por dejarme llevar, pero demasiado encadenado por mis miedos como para hacerlo. Y entonces llega, una persona a la que no puedes decir que no te saca a la pista y te encuentras de repente en ese espacio que es tu sueño y a la vez tu pesadilla. Realizas pequeños movimientos por no llamar la atención, sin quedarte quieto pero sin dejarte llevar en exceso. Y poco a poco notas como ese deseo reprimido durante tanto tiempo comienza a romper las barreras de tu prisión. Al principio apenas se nota, tan sólo aumentas de una manera discreta el ritmo de esos discretos movimientos que te atreves a hacer. Pero poco a poco el deseo se libera y la música se apodera de cada rincón de ti. El mundo desaparece, las cadenas se rompen y antes de que te des cuenta estás bailando con todas tus ganas, sin miedos ni inhibiciones, volando libre por la pista de baile.

Entonces lo entiendes, entonces lo sientes. Bailar es volar por ese cielo que tanto anhelaste, es ser libre para soñar sin impedimentos, es ser feliz sin necesitar razones para ello. ¿Por qué negarte el placer entonces? ¿Por qué esperar a que sean otros los que rompan las cadenas que te atan sacándote a bailar? ¿Por qué no ser tú quien por una vez salga de esa barrera en la que te escondes, permitiéndote por fin disfrutar de la vida sin inhibiciones sin sentido? No tengas miedo, baila y sueña. Al fin y al cabo, como dijo Sabina: bailar es soñar con los pies.

Dejar marchar

Aprender a dejar marchar aquello que creemos perdido pero que en realidad nunca llegó a ser nuestro. Una lección que nos acompañara a lo largo de nuestras vidas pues tendemos a aferrarnos desesperadamente a todo aquello que queremos, a todo aquello que amamos, sin ver que con ello estamos encadenando nuestro corazón. Así, el día en que lo que tanto hemos deseado sale de nuestras vidas partirá también nuestro corazón, unido fuertemente como está por las cadenas de la obsesión.

Solamente aquel que no se cree dueño de nada podrá vivir sin miedo a la pérdida, pues entenderá que todo cuanto quede atrás en nuestro camino simplemente no estaba destinado a nosotros. Y si realmente está destinado a ser parte de nuestras vidas algún día volverá. Ésta es la lección que a base de lágrimas y dolor debemos aprender: disfrutar sin poseer; dejar marchar sin aferrarse.

Luna bonita

Despierto, miro por la ventana y en frente la veo. Nadando en el oscuro firmamento, abrazada a las nubes que tratan en vano de atrapar su plateada luz. La observo fijamente y siento su mirada sobre mí, radiante y pálida, hermosa y bella, derrama su luminosidad sobre mis ojos y su paz sobre mi corazón. Luz que nos guía a través de nuestros sueños, ilumina pero no ciega. La veo tranquila, esperando pacientemente la salida del sol, momento en el cual se retirará a sus aposentos a descansar y prepararse para volver a la noche a cuidar nuestro sueño. El cielo se aclara, el negro se convierte en morado, azul oscuro, azul claro... Pero ella resiste, noto su sonrisa en mi interior. Me habla, me calma, me consuela. El amanecer llega, el sol aparece bostezando entre los montes, llena mi visión con sus cálidos rayos. Y oculta entre ellos la veo marcharse lentamente, la reina de la noche dando paso al nuevo día. Pero no sin antes dedicarme un guiño y la promesa de que mañana volveremos a vernos. Duerme ahora luna bonita. Duerme y descansa. Como tú cuidas de mis sueños, deja que yo cuide de los tuyos.

Feliz

Bueno, creo que el título lo dice todo. Una gran noche ayer hablando en inglés con gente estupenda, disfrutando de la conversación y las risas. Y esta mañana, a pesar de haber dormido poco, por primera vez en bastante tiempo me he levantado con una sonrisa en la cara y he acabado cantando a pleno pulmón por la calle a las 8 de la mañana de camino al trabajo. Ha sido un momento en el que te das cuenta que la felicidad no es tanto la meta como el camino, esos miles de momentos del presente que muchas veces nos olvidamos de disfrutar, tan obsesionados estamos con el futuro y con el pasado. Disfrutemos el día a día, porque es lo que da sentido a nuestras vidas. Disfrutemos de estos momentos especiales porque son los que nos dan fuerza para seguir adelante cuando vuelve la tristeza. Cantemos y sonriamos sin razón alguna, simplemente porque nos sentimos bien y queremos compartir nuestra alegría con el mundo. Ya habrá tiempo para ponerse serio, para volver a sentir los agobios de nuestras vidas. Pero este momento, ahora, es el momento de cerrar los ojos y vivir. De escuchar música y sonreír. De no pensar, solamente ser feliz.

Y una hermosa canción de regalo. Una canción que me hizo llorar de tristeza, pero hoy de alegría. Os deseo un feliz día y un mejor fin de semana a todos.

El alquimista

Hoy toca reseña literaria. Tras mucho tiempo sin hacer caso por fin me he animado a empezar a leer a ese reconocido autor con frases que una vez leídas quedan grabadas a fuego en el alma: Paulo Coelho. Y qué mejor forma para empezar que con uno de sus primeros libros, que es al mismo tiempo uno de sus más aclamados: El Alquimista. Es un libro corto y sencillo, pero si algo puede describirlo es la fuerza y el optimismo que desprende en cada una de sus páginas. Nos habla sobre los sueños de cada persona, sobre la Leyenda Personal, y como sólo yendo en su búsqueda podremos ser nosotros mismos y hallar la felicidad. No importa lo duro que sea ni lo imposible que parezca, Paulo Coelho nos enseña con este libro a que si deseamos algo lo suficiente, si luchamos por ello sin darnos por vencidos, si sabemos interpretar las señales que se nos presenta, el universo conspirará para que tengamos éxito en nuestra empresa.  Siendo sincero me ha llegado a parecer un tanto “excesivamente optimista”. Los sueños no son tan fáciles de alcanzar, y me cuesta creer en que haya ninguna fuerza que nos ayude en ello más allá de nuestra voluntad. Pero en general me parece una bonita lección de auto superación, de no conformarse con lo cómodo sino perseguir incansablemente nuestros sueños, no importa lo extraños o difíciles que parezcan. Sin duda toda una lección de cómo enfrentarse a la vida sin miedos y con la cabeza bien alta. Un libro para descubrir que si quieres, puedes. La felicidad no es algo que alguien nos obsequia, no la encontraremos fuera sino dentro de nosotros: es el tesoro al que nos guía nuestra Leyenda Personal.

Reflexiones de mañana

Hoy es un día curioso. Comenzó el día con esa sensación de malestar que no deja de acompañarme desde hacer mucho tiempo. Y lejos de mejorar, en las siguientes horas su fantasma volvió para desestabilizar completamente el ya de por sí frágil caos emocional en el que vive mi mente. Parecía pues que el día de hoy iba a poner a prueba mi capacidad para hacer frente a la desesperanza. Por suerte, mi ángel de la guarda particular, la estrella más brillante de mi firmamento, vino para hacerme olvidar las tonterías que poblaban mi cabeza y mientras conversábamos vi poco a poco resurgir ese optimismo que tan necesario se hace cuando el peso de la vida nos impide caminar. Aprovecho ahora para compartir parte de lo dicho durante esa conversación (si a veces digo cosas con sentido y todo :P). No es la conversación completa, sino las frases que más interesantes me parecen para recordar (las que se encuentran en cursiva corresponden a mi interlocutora).

-algunos dicen que si no duele no es amor /no me gusta equiparar el amor al dolor pero hasta cierto punto es cierto

-el camino que he elegido no me permite apoyarme en el olvido, únicamente en superarme a mí mismo

-cuanto más sufres más aprendes / aunque siempre haya piedras ocultas en el camino puestas por ti mismo

-el problema es que al seguir buscando su amistad he convertido la superación en un reto bastante complicado / olvidar es sencillo / lo difícil es superar y ser capaz de estar con ella sin sufrir

-el otro dia vi un trocito de una serie / en el que un hombre mantenia una conversacion con una chica / el hombre decia q no sentia nada / ni bueno ni malo / q prefiere no sentir nada / para no sufrir / y la chica le decia q si....q eso esta bien / pero.... / al igual q nos afecta lo malo tambien lo bueno / que si no sentimos lo malo tampoco sentiriamos lo bueno / y siempre merece la pena

-no hay peor vida que una mediocre / si no nos arriesgamos a sufrir, nunca seremos verdaderamente felices / más allá aún, si nunca sufrimos, si nunca elegimos el camino difícil que conduce a nuestros sueños, jamás hallaremos la felicidad

-pero yo tengo claro que por muy mal que lo esté pasando / esta crisis se acabará convirtiendo en una bendición / pues si no fuese por ella nunca me habría planteado mejorar, encontrarme a mí mismo / sin ella no estaría aprendiendo tanto

-duele, a veces tanto que piensas que no puedes aguantarlo / pero lo aguantas, y un día, por un momento, te asomas a la ventana y te sientes más vivo que nunca / es sólo un momento / pero con el tiempo empiezas a darte cuenta de que cada vez encuentras ese momento en más ocasiones

- dicen que la ignorancia trae la felicidad / pero es una felicidad momentánea / no duradera / esa "felicidad" nunca podrá compararse a la de aquel que ha pasado por el infierno y se ha construido a sí mismo a base de lágrimas y dolor

-ahora es cuando nos toca sufrir. Pero si aprendemos de ese sufrimiento, si en vez de abandonarnos al dolor luchamos contra él cada segundo de cada día, llegará un día en que descubriremos que ese dolor se ha ido, y que ya no volverá con tanta facilidad / nos queda mucho por sufrir, aunque todo pase, no será mañana ni pasado / pero sólo luchando cada día haremos que ese sufrimiento valga la pena / entonces seremos personas completas

Renacer

Bueno, aquí estoy de nuevo. Más de un año después de aquel descanso tan necesario que me tomé, el cosquilleo de mis dedos y la acumulación de emociones que amenazan con desbordarse me llaman a abrazar otra vez más a esa gran amante que dejé abandonada por un tiempo: la palabra escrita.

Ha sido este un año tormentoso, una dura transición que ni mucho menos ha finalizado pues todavía lejos me encuentro de esa paz interior que con tanto anhelo busco. Perder uno de los pilares de mi vida ha sido una experiencia muy difícil que me ha llevado a tocar fondo en numerosas ocasiones, perdiendo la ilusión, sintiéndome vacío y sin nada por lo que luchar. No exagero si digo que ésta está siendo la peor época de mi vida. No obstante, poco a poco aprendo a sobreponerme. Aún cuando la situación no mejore me veo más capaz de hacerle frente, pues si algo estoy comprendiendo es que cuanto más sufrimos más rápido aprendemos. Y quizás es cierto que sólo aquel que ha conocido los terrores de la oscuridad es capaz de admirar la verdadera belleza de la luz. Me queda mucho camino por recorrer y espero que la escritura vuelva a convertirse en esa fiel compañera que siempre me ha ayudado a seguir adelante.

Siendo sincero, fueron dos las razones por las que puse un final a este blog. La primera era la situación en la que me encontraba. Desde el principio quise que este fuera un blog personal pero alegre y optimista, ser capaz de mostrar las buenas cosas de la vida aun en los peores momentos. Es por ello que deje de escribir aquí, ya que encontré que había perdido esa capacidad para pensar en positivo. Cuando descubrí que había perdido la mirada del ave fénix me di cuenta de que no tenía sentido seguir aquí. Sólo ahora, cuando poco a poco las lágrimas van dejando paso a una mirada más optimista del mundo me siento capaz de volver a hacer de este lugar lo que un día fue. Pues la inspiración no se fue con mi musa; siempre ha estado dentro de mí, esperando a que abriera los ojos y volviera a abrazarla.

La segunda razón fue la perversión que suele adueñarse de los bloggers descuidados. Empecé el blog como una manera de sacar de mi interior todo cuanto me abrumaba, de compartir mis pensamientos con el mundo, independientemente de si eran o no leídos por alguien. Con el tiempo caí en la trampa de la obsesión por la atención: obtener más visitas y comentarios, obligándome a actualizar aunque no tuviera ganas, comentando en otros blogs sólo para obtener más comentarios en el mío... Con el tiempo todo ello me hizo perder el interés. Es por ello que quiero empezar ahora desde cero, volver a la idea original de un blog: compartir sin pedir nada a cambio. Escribiré cuando así lo desee, leeré los blogs que de verdad me interesen y comentaré cuando así lo crea oportuno. Y que si nadie me lee, si nadie comenta, me sea indiferente; que el verdadero motivo por el que escribo sea liberarme. Sólo entonces este rincón volverá a tener sentido.

Tras sufrir los fuegos de la angustia, tristeza y soledad noto como las cenizas que han quedado comienzan a unirse preparándose para lo inevitable. Poco a poco, paso a paso, tras andar tanto tiempo por la oscuridad comienza mi aventura en busca de la luz con la que un día poder, por fin, renacer.